Carlos Astorga

Carlos Astorga

miércoles, 24 de abril de 2013

Anacoretismo en Egipto



San Antonio no fue el primero de los anacoretas pero sí el más ilustre. La única fecha que poseemos de su vida es la de su muerte en el año 356. Si al morir tenía ya 105 años, nació en el año 251. Según nos cuenta San Atanasio su vocación fue la respuesta a la llamada de la siguiente frase del Evangelio: "Si quieres ser perfecto, vete, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sígueme.(Mt 19, 21)

Al salir de la Iglesia lo dio todo a los pobres. "Entonces no había en Egipto muchos monasterios, y ningún monje había intentado vivir en el desierto. El que deseaba mayor perfección se retiraba un poco del pueblo y practicaba la ascesis en soledad."

Durante un largo periodo de quince a veinte años (271-290) Antonio hizo aprendizaje de la ascética bajo la dirección de "un anciano entregado a la vida monástica desde su juventud." Pero no se queda satisfecho con su enseñanza; él quería progresar y aprender rápidamente en la virtud; por lo cual "si oía que alguien era fervoroso en la virtud iba en su busca, cual diligente abeja y no volvía sin haberlo visto y abre recibido de él estímulos para adelantar en la virtud". Durante estos años de permanencia en las cercanías de su aldea natal, Antonio se entregó al trabajo manual, la oración y escucha de las Escrituras. No faltaron las tentaciones que él personifica en una lucha contra el demonio, incluso disfrazado de animales, pasaje del que le viene la advocación de "Patrono de los animales".

Finalmente para identificarse plenamente con Cristo se enfrenta cara a cara con el demonio en el desierto. En total soledad. Toda la gente que se acercaba lo veía lleno de Dios.

Rasgos de este tipo de Vida: 
  • El radicalismo cristiano: abandono de todo y consagración plena a Dios.
  • Sujeción a la Iglesia: sometido a los Obispos y presbíteros.
  •  Soledad: que se busca para relacionarse y escuchar mejor a dios.
  • La lucha contra los demonios: que representan el recuerdo de la familia, la lujuria...
  • El crecimiento espiritual: la vida espiritual se contempla como camino hacia el Paraíso.
  • La oración
  •  El trabajo: para ganarse el pan con el sudor de la frente y compartirlo mediante la limosna y la hospitalidad.
  • La ascesis: vigilias, ayunos, cilicios, sueño escaso para que la carne no nos gane terreno.
El estilo de vida de estos anacoretas fue:
  • Vivían en celdas con recibidor, taller, oratorio, dormitorio, cocina, almacén, y letrina.
  • El trabajo: fabricación de esteras, cestos de junco...
  • Alimentación: ayuno ininterrumpido que consistía en pan, sal y agua y 2 ó 3 días sin probar bocado.
  •  El hábito: que los distingue del resto de la gente.
  • La cooperación monástica: reuniones entre ellos.
  • La liturgia: No se celebraba eucaristía diaria por falta de costumbre.
  • Las colaciones: conversaciones espirituales dirigidas por un anciano.
  • Monacato y presbiterado: el monacato nació laico.
  • Visitas y huéspedes: acogida de los peregrinos.
  • Penitencias y castigos: para los monjes delincuentes


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