Carlos Astorga

Carlos Astorga

lunes, 27 de enero de 2014

Mensaje del Papa Francisco para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales



Domingo, 1 de junio de 2014

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy vivimos en un mundo que se va haciendo cada vez más «pequeño»; por lo tanto, parece que debería ser más fácil estar cerca los unos de los otros. El desarrollo de los transportes y de las tecnologías de la comunicación nos acerca, conectándonos mejor, y la globalización nos hace interdependientes. Sin embargo, en la humanidad aún quedan divisiones, a veces muy marcadas. A nivel global vemos la escandalosa distancia entre el lujo de los más ricos y la miseria de los más pobres. A menudo basta caminar por una ciudad para ver el contraste entre la gente que vive en las aceras y la luz resplandeciente de las tiendas. Nos hemos acostumbrado tanto a ello que ya no nos llama la atención. El mundo sufre numerosas formas de exclusión, marginación y pobreza; así como de conflictos en los que se mezclan causas económicas, políticas, ideológicas y también, desgraciadamente, religiosas.

En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos. Los muros que nos dividen solamente se pueden superar si estamos dispuestos a escuchar y a aprender los unos de los otros. Necesitamos resolver las diferencias mediante formas de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto. La cultura del encuentro requiere que estemos dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los otros. Los medios de comunicación pueden ayudarnos en esta tarea, especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han alcanzado niveles de desarrollo inauditos. En particular, Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios.

Sin embargo, también existen aspectos problemáticos: la velocidad con la que se suceden las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo. La variedad de las opiniones expresadas puede ser percibida como una riqueza, pero también es posible encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos. El mundo de la comunicación puede ayudarnos a crecer o, por el contrario, a desorientarnos. El deseo de conexión digital puede terminar por aislarnos de nuestro prójimo, de las personas que tenemos al lado. Sin olvidar que quienes no acceden a estos medios de comunicación social –por tantos motivos–, corren el riesgo de quedar excluidos.

Estos límites son reales, pero no justifican un rechazo de los medios de comunicación social; más bien nos recuerdan que la comunicación es, en definitiva, una conquista más humana que tecnológica. Entonces,¿qué es lo que nos ayuda a crecer en humanidad y en comprensión recíproca en el mundo digital? Por ejemplo, tenemos que recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar. Necesitamos ser pacientes si queremos entender a quien es distinto de nosotros: la persona se expresa con plenitud no cuando se ve simplemente tolerada, sino cuando percibe que es verdaderamente acogida. Si tenemos el genuino deseo de escuchar a los otros, entonces aprenderemos a mirar el mundo con ojos distintos y a apreciar la experiencia humana tal y como se manifiesta en las distintas culturas y tradiciones. Pero también sabremos apreciar mejor los grandes valores inspirados desde el cristianismo, por ejemplo, la visión del hombre como persona, el matrimonio y la familia, la distinción entre la esfera religiosa y la esfera política, los principios de solidaridad y subsidiaridad, entre otros.

Entonces, ¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro?Para nosotros, discípulos del Señor, ¿qué significa encontrar una persona según el Evangelio? ¿Es posible, aun a pesar de nuestros límites y pecados, estar verdaderamente cerca los unos de los otros? Estas preguntas se resumen en la que un escriba, es decir un comunicador, le dirigió un día a Jesús: «¿Quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). La pregunta nos ayuda a entender la comunicación en términos de proximidad. Podríamos traducirla así: ¿cómo se manifiesta la «proximidad» en el uso de los medios de comunicación y en el nuevo ambiente creado por la tecnología digital? Descubro una respuesta en la parábola del buen samaritano, que es también una parábola del comunicador. En efecto, quien comunica se hace prójimo, cercano. El buen samaritano no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme semejante al otro. Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios. Me gusta definir este poder de la comunicación como «proximidad».

Cuando la comunicación tiene como objetivo preponderante inducir al consumo o a la manipulación de las personas, nos encontramos ante una agresión violenta como la que sufrió el hombre apaleado por los bandidos y abandonado al borde del camino, como leemos en la parábola. El levita y el sacerdote no ven en él a su prójimo, sino a un extraño de quien es mejor alejarse. En aquel tiempo, lo que les condicionaba eran las leyes de la purificación ritual. Hoy corremos el riesgo de que algunos medios nos condicionen hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real.

No basta pasar por las «calles» digitales, es decir simplemente estar conectados: es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación. El mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno de la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura. La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas. La neutralidad de los medios de comunicación es aparente: sólo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de referencia. El compromiso personal es la raíz misma de la fiabilidad de un comunicador. Precisamente por eso el testimonio cristiano, gracias a la red, puede alcanzar las periferias existenciales.

Lo repito a menudo: entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera. Y las calles del mundo son el lugar donde la gente vive, donde es accesible efectiva y afectivamente. Entre estas calles también se encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Gracias también a las redes, el mensaje cristiano puede viajar «hasta los confines de la tierra» (Hch. 1,8). Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos.

Estamos llamados a dar testimonio de una Iglesia que sea la casa de todos. ¿Somos capaces de comunicar este rostro de la Iglesia? La comunicación contribuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia; y las redes sociales son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación redescubriendo la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo. También en el contexto de la comunicación sirve una Iglesia que logre llevar calor y encender los corazones.

No se ofrece un testimonio cristiano bombardeando mensajes religiosos, sino con la voluntad de donarse a los demás «a través de la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana» (Benedicto XVI, Mensaje para la XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2013).

Pensemos en el episodio de los discípulos de Emaús. Es necesario saber entrar en diálogo con los hombres y las mujeres de hoy para entender sus expectativas, sus dudas, sus esperanzas, y poder ofrecerles el Evangelio, es decir Jesucristo, Dios hecho hombre, muerto y resucitado para liberarnos del pecado y de la muerte. Este desafío requiere profundidad, atención a la vida, sensibilidad espiritual. Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas. Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas.

Que la imagen del buen samaritano que venda las heridas del hombre apaleado, versando sobre ellas aceite y vino, nos sirva como guía. Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino. No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital. El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos. En este contexto, la revolución de los medios de comunicación y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios.

Vaticano, 24 de enero de 2014, fiesta de san Francisco de Sales

Papa Francisco

Imagen: www.catolicosconaccion.com / 27-01-2014


miércoles, 2 de octubre de 2013

Los servidores de Dios cuidan y protegen al pueblo.

La Palabra de Dios es luz en el sendero de la vida. Esa Palabra se concretiza en acciones de bien, de bondad, de salvación, por parte de Dios a favor del ser humano. Y para eso el Señor se vale de quienes están a su servicio: los ángeles, servidores y enviados a colaborar con la salvación  integral. Éstos van delante del pueblo de Israel en su camino de liberación, y son como la presencia escondida del Señor, quien lleva adelante el proceso de la salvación. Para Jesús, los ángeles están continuamente contemplando el rostro de su Padre en el cielo, así como el rostro del ser humano, para ofrecer la paternidad divina, para cuidar de sus hijos con amor constante.

En un mundo que se esfuerza por eliminar a Dios y su presencia en medio de la humanidad. Él se mantiene fiel a su amor paterno y predilecto. Todos queremos contar con la presencia de las personas que nos aman y nos protegen: nuestros padres, en especial de nuestra madre y personas que han llegado a ser muy significativas en nuestra vida e historia. Si en el plano de la fe la presencia de Dios mediante sus servidores, los ángeles. El Señor nos cuida y nos protege de manera admirable y definitiva en la persona de su hijo amado, Jesucristo, por su entrega en la cruz y su resurrección; pero lo hace también mediante sus servidores para hacer visible y palpable sus acciones y dones para con todos.

"La vocación de los ángeles consiste, primero que nada, en contemplar al   
 Señor en el cielo y alabarlo sin cesar. Pero, de acuerdo con la Sagrada 
Escritura, el Señor les ha encargado presentarse ante
 los hombre en una forma fraternal. Esto es lo que recordamos
 al festejar a los santos ángeles custodios o ángeles de la guarda"

martes, 1 de octubre de 2013

Impacto y futuro de las redes sociales en Latinoamérica

De acuerdo a las últimas mediciones de Tendencias Digitales en Latinoamérica, la penetración de internet se ubica en un 37%, lo cual equivale a 218.935.287 usuarios, y donde el crecimiento experimentado en el último año tiene mucho que ver con las visitas a redes sociales. En el presente artículo repasaremos los principales hallazgos de nuestra sexta edición anual sobre Hábitos y Usos de Internet en la región, y haremos un énfasis especial al tema de redes sociales y cuál podría ser el futuro de las principales plataformas dominantes como lo son Facebook y Twitter, así como otras más novedosas como Foursquare y la más reciente Google+. 

Al analizar qué están haciendo los latinoamericanos, tenemos dentro del top 3 al correo electrónico con un 89%, seguido de las visitas a redes sociales con un 84%, y luego leer noticias con un 83%, donde este último convive de alguna manera con la visita a sitios como Twitter, el cual es netamente de corte mediático y muy enfocado a la consulta a través de dispositivos móviles. Vale la pena destacar que en el año 2007 las visitas a redes sociales ni siquiera aparecían dentro de los principales usos de internet que reportan los latinoamericanos, lo cual explica de cierta forma el por qué compañías de la talla de Facebook y Google incrementan su presencia para capitalizar las oportunidades que presenta la región. En Brasil por ejemplo, y durante el pasado mes de Agosto, Facebook superó a la red social Orkut, propiedad de Google y con presencia importante en el país amazónico y en la India. No por nada Facebook contrató este año a Alexandre Hohagen, quién era el responsable de la presencia de Google en los países de Latinoamérica, y quién ahora figura como Vicepresidente de Ventas de Facebook en Brasil.


En cuanto a los usos emergentes en Latinoamérica, casualmente la geolocalización figura con un 7%, y donde la red social Foursquare es una de sus mejores exponentes. Esta plataforma con un uso aún muy “geek”, firmó en Junio pasado un acuerdo con American Express, donde los usuarios recibirán puntos de crédito cada vez que hagan un “check in” a través de sus dispositivos móviles en Foursquare, y quién no recibirá compensación económica por esta iniciativa, pero que sin duda ayuda a extender su uso más rápidamente. Acá existe una oportunidad interesante por ejemplo para instituciones financieras, para generar planes de lealtad e incluso en un público joven. De forma complementaria, y el hecho de que ya exista tecnología para el pago a través de teléfonos inteligentes, como es el caso Google Wallet para dispositivos con el sistema operativo Android, hace que la tendencia social pueda tener un carácter más transaccional.


El tercer intento de Google por entrar en la pelea de las redes sociales, con Google+, ya empieza a permear también en los latinoamericanos, donde el 40% reporta que visitó a dicha red social, el 15% creó un perfil y solamente el 2% la considera su red social principal. Si bien el tener una cuenta Gmail facilita el acceso, aún a Google le queda mucho que demostrar en este sentido, y luego de sus dos anteriores fracasos con Google Wave y Google Buzz. Un estudio de Nielsen Online reveló recientemente, que a medida que Google+ gana nuevos usuarios el tiempo promedio por visita declina. De nada sirve una masa crítica importante de usuarios si éstos no navegan de forma importante al sitio. El futuro de esta pelea a muerte entre Facebook y Google por los ingresos publicitarios online está en pleno desarrollo, y donde Facebook sigue consolidándose de forma importante. El comercio social llegó para quedarse, y está por verse si Google puede obtener un pedazo de la torta.


Uno de los usos que decrece de forma importante es el escribir un blog, con -36%, y que puede explicarse hipotéticamente por el uso de plataformas como Twitter. De hecho, Twitter nació como una plataforma de “microblogging”, que facilita expresar la opinión respecto a lo que sucede en un entorno específico en apenas 140 caracteres, y sin las consideraciones que implica escribir y mantener un blog actualizado. No obstante, Twitter tiene temas pendientes, y sobre todo con inversores de capital. Una de sus principales críticas es el no presentar un modelo de negocio publicitario robusto que permita capitalizar a su masa crítica de usuarios. Durante todo este año se ha hablado de esto, y donde aún Twitter no muestra la luz al final del túnel.


El predominio en el uso de las redes sociales en la región tiene que ver en gran medida con la idiosincrasia del latino. Somos más propensos a compartir y estar pendiente de lo que está en boca de la gente. Un claro ejemplo de esto lo tenemos con Venezuela, donde la penetración en Facebook, y medida como porcentaje de la población total, alcanza actualmente el 30%, donde a nivel latinoamericano es de 23% y a nivel mundial de 10%. En el caso de Twitter, y utilizando el mismo parámetro, tenemos que la penetración es del 8%, versus un 2% latinoamericano y un 3% mundial. Esto nos convierte en un país emblemático para sacar provecho de las ventajas que ofrecen las redes sociales para alcanzar mayor cantidad de audiencias.


Queda claro entonces cómo las redes sociales han permeado de forma importante, tanto en Latinoamérica, como en Venezuela puntualmente, donde se observa una creciente convergencia de usos a través de dispositivos móviles, y donde los principales actores de clase mundial siguen buscando cada día mayores oportunidades para  capitalizar a la gran cantidad de usuarios, y por ende ingresos publicitarios en una primera instancia. El futuro sin duda nos mostrará aplicaciones cada día más novedosas, y donde lo fundamental será siempre pensar si es o no conveniente para el usuario en primer lugar, quién es finalmente el que pasa mayor tiempo en las principales redes sociales.



Fuente:
Documento: Este artículo fue publicado en la edición 9 / 2011 de Computerworld Venezuela

lunes, 30 de septiembre de 2013

La Humildad sobre el Engrandecimiento

Citas Bíblicas: Zc 8,1-8; Sal 101; Lc 9,46-50.

La pequeñez no es lo que más llame la atención en una cultura de la competencia, más bien en ella se rechaza en nombre de la grandeza, del éxito, del bienestar, del triunfo, del reconocimiento. Pero, desde la perspectiva divina, la pequeñez es de gran estima y valor.  Los textos bíblicos ponen su acento en ella. Zacarías repite el estribillo “Esto dice el Señor de los ejércitos”, para enfatizar el gusto del Señor por su pueblo Israel y su ciudad Jerusalén en medio de las naciones. A ella ha elegido Él, en ella quiere vivir, a ella la llenará de la alegría de los niños, jóvenes y ancianos. La elección de Dios es por lo pequeño, para engrandecer con su presencia con su poder, que hace posible lo imposible.

En el evangelio, la pequeñez es signo de la grandeza y el modelo elegido por Jesús es un niño, dependiente del cuidado de los padres, que no se vale por sí mismo, que en la cultura de su tiempo sólo tenía valor en la medida que llegaba a ser adulto, pero que alberga en su ser la pureza, la honestidad… Por eso Dios elige lo pequeño para manifestar su gloria, para confundir a los poderosos, para que su misericordia sea visibles a todos. Hacerse pequeño no es tarea fácil, pero para el creyente es tarea obligatoria, es una necesidad, solo así se pone en evidencia que es el Señor quien sostiene a los suyos en todo momento. Hacerse pequeño, elegir la pequeñez es el reto que enfrenta el creyente para vivir con autenticidad.

lunes, 16 de septiembre de 2013

El carisma Paulino, un don para la iglesia

El magisterio de la Iglesia, especialmente a partir del Vaticano II invita a renovar el carisma de las congregaciones religiosas, también nosotros como paulinos estamos llamados a  “reavivar” en fidelidad creativa el carisma heredado por el beato Alberione, nuestro fundador, como una riqueza en la Iglesia de hoy y de todos los tiempos.

La Iglesia sigue invitando a los hombres incansablemente, a volver a Cristo, a su Evangelio. La Familia Paulina, por medio de sus Congregaciones, Institutos y Asociación de Cooperadores Paulinos, responde a este reto dando a los hombres de hoy a Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida a través de los medios más rápidos en la actual cultura de la comunicación. 

El Papa Benedicto XVI, en la exhortación apostólica Verbum Domini, n. 23, llama nuevamente a todos a ser conscientes de la realidad que vive el mundo de hoy, cuando se aleja  de su Palabra:

“Qué importante es descubrir en la actualidad que sólo Dios responde a la sed que hay en el corazón de todo ser humano. En nuestra época se ha difundido lamentablemente, sobre todo en Occidente, la idea de que Dios es extraño a la vida y a los problemas del hombre y, más aún, de que su presencia puede ser incluso una amenaza para su autonomía”.
En realidad, toda la economía de la salvación nos muestra que Dios habla e interviene en la historia en favor del hombre y de su salvación integral. Por tanto, es decisivo desde el punto de vista pastoral mostrar la capacidad que tiene la Palabra de Dios para dialogar con los problemas que el hombre ha de afrontar en la vida cotidiana. Jesús se presenta precisamente como Aquel que ha venido para que tengamos vida en abundancia (cf. Jn 10,10). Por eso, debemos hacer cualquier esfuerzo para mostrar la Palabra de Dios como una apertura a los propios problemas, una respuesta a nuestros interrogantes, un ensanchamiento de los propios valores y, a la vez, como una satisfacción de las propias aspiraciones” (VD 23). 

Creemos que somos continuadores del carisma otorgado por el Espíritu santo al beato Santiago Alberione, ya que dicho don no fue dado de una vez para siempre. Por lo que hoy hacemos memoria de la experiencia carismática nuestro Fundador; experiencia fundamental para llevar adelante el programa de vida expresado en el trinomio: “No teman, Yo estoy con ustedes; desde aquí quiero iluminar; tengan dolor de los pecados”.
Confiados en estas palabras, cada uno según el carisma especifico dentro de la Familia Paulina don para la Iglesia-, hemos de lanzarnos hacia adelante en “fidelidad creativa” para responder a las exigencias de la mujer y del hombre de hoy.